Es muy interesante el camino que se anda al desarrollar un concepto creativo. Este requiere una gran capacidad de observación, sensibilidad y abstracción para ser traducido en un lenguaje apropiado e útil para las organizaciones.
Hay una enorme satisfacción al entregar un concepto, una idea que sintetice las necesidades de comunicación. Lograr que ese concepto se traduzca en una estrategia exitosa, es distinto.
Cuántas veces no se tiene un gran concepto pero éste se traduce en un muy pobre despliegue. Para la comunicación, tener una gran idea no es suficiente. Entender la naturaleza y el lenguaje único de cada organización es básico, especialmente siendo las organizaciones entes tan diversos como lo somos los seres humanos.
Es por eso que teniendo un mismo concepto y mensaje, tengamos la capacidad de aterrizarlo de una manera sencilla y digerible para todos los públicos.
Nuestro mayor reto hoy, es poder llegar a todos esos públicos que viven dentro de las organizaciones, públicos cada vez más diversos que, desde fuera, pudiésemos pensar son uno solo.
Para nosotros como profesionales es indispensable adentrarnos en todas estas visiones por supuesto desde nuestra propia diversidad para poder empatizar con las voces pero también con los oídos.
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